El WPT -World Padel Tour- volvió a recalar en Castilla y León. Un acontecimiento único en el que se refleja el gran potencial de nuestro deporte.
Personalmente pude cumplir uno de mis sueños a nivel
profesional, arbitrar en el marco incomparable de la Pista Central de la Plaza
Mayor de Valladolid, pero como bien dice la frase eso es otra historia…
Tanto el club Subsede, Club Raqueta Valladolid, como la
pista Central de la Plaza Mayor fueron testigos de una semana intensa, llena de
buena competición y mejor ambiente. En las jornadas de previas e inicio del
cuadro final se pudo disfrutar de los jugadores/as a pie de pista, no solo
viendo el increíble nivel de cada vez más parejas, sino charlando y repartiendo
sonrisas y selfies para los aficionados que en gran número poblaban las
instalaciones. Es de agradecer que los profesionales se presten a estas tareas
tan ingratas a veces, haciendo que el aficionado forme parte de la competición.
Mención especial para los más jóvenes que, solos o en grupo, acudieron en un
número importante, disfrutando, sufriendo y aprendiendo de sus ídolos.
Y lo más importante, todo ello en un ambiente sano y
deportivo que nos confirma que este deporte ha calado profundamente entre
nuestros menores y que me lleva a afirmar que el futuro del pádel está más que
asegurado.
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